La expansión del suelo marino o
expansión de los fondos oceánicos ocurre en las dorsales oceánicas, donde se
forma nueva corteza oceánica mediante actividad volcánica y el movimiento
gradual del fondo alejándose de la dorsal. En los fondos oceánicos las placas
se alejan y queda entre ellas un hueco que se llena con material proveniente
del manto, roca fundida (magma), que puede fluir por encontrarse muy caliente.
En cuanto llega a la superficie entrar en contacto con el agua del fondo del
mar, se enfría y solidifíca, convirtiendose en nueva corteza oceánica.
Al continuar separándose las placas, esta nueva corteza
oceánica es arrastrada hacia los lados de la cresta y deja lugar para que
ascienda más material del manto.De esta forma los basaltos formados en este
proceso serán más antíguos con forme nos alejemos del eje de la dorsal, y
viceversa, serán de edad más moderna con forme nos acerquemos a las áreas
activas de las dorsales.
También los sedimentos acumulados en los fondos marínos (por
una incesante "lluvia" de finas partículas que se decantan
continuamente en los océanos) tendrán menores espesores o no existiran cerca de
las dorsales, dondo aún no han tenido tiempo de acumularse, e irán aumentando
de espesor a medida que nos alejemos de estas. Estos hechos ayudan a entender
la deriva continental explicada por la teoría de la tectónica de placas.
Teorías anteriores (por ejemplo, la de Alfred Wegener) sobre
la deriva continental suponían que los continentes eran transportados
arrastrandose a través del mar sobre la corteza oceánica. La idea de que el
propio suelo marino se mueve (y lleva consigo a los continentes con él)
mientras se expande desde un eje central fue propuesta por Harry Hess de la
Universidad de Princeton en los 1960s. La teoría se acepta ampliamente en la
actualidad.
Aporte realizado por Victoria Silveira
Aporte realizado por Victoria Silveira
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